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jueves, 17 de mayo de 2012

Los españoles están preocupados por el fraude con la compra online

Los españoles encuestados están divididos en su percepción sobre la seguridad de su información personal. El 62% afirma que confía en el Gobierno para garantizar la seguridad y el 60% se siente seguro utilizando los servicios online públicos. La mitad de los encuestados no considera necesario destruir sus extractos bancarios y el 49% además considera que no necesita un seguro para protegerse ante posibles robos de su información personal.

Además del fraude bancario, el estudio de Unisys muestra también un alto nivel  de desconfianza en el comercio electrónico, con un 34% de encuestados que dicen estar muy preocupados por su seguridad, mientras hacen compras en Internet u operaciones bancarias. Además, solo el 23% de los españoles se siente seguro al comprar por Internet con su teléfono móvil, aunque esta confianza es mayor en los consumidores más jóvenes. El 55% de los encuestados de entre 18 y 24 años se muestra confiado a la hora de hacer compras con dispositivos móviles, frente al 7% de los mayores de 65 años, que se sienten cómodos con la idea.

El índice de Seguridad de Unisys también denota que cerca de la mitad de los españoles (45%) se conecta a la red corporativa e email de forma remota, pero no todos ellos son conscientes de la necesidad de proteger la red y la información que contiene. Por ejemplo, el 28% afirma que no piensa en la seguridad de la red, y un 17% confiesa que tiene acceso a los datos de otros departamentos que nada tienen que ver con su función en la organización.

Además, el 18% asegura que si un compañero necesita utilizar su equipo para acceder a la red, le darían su clave sin ningún problema y el 12% revela que han dado información sobre sus superiores a amigos u otras personas ajenas a su organización.

Obligaciones financieras

Los españoles también se muestran inquietos por no poder cumplir con sus obligaciones financieras. Un 41% confirma que les preocupa especialmente no poder hacerse cargo de su hipoteca, el pago de su tarjeta de crédito, otros créditos o facturas, siendo mayor la preocupación entre los españoles de 25 a 34 años (un 53%), que entre las personas de mayor edad (un 19%).


Óscar López, socio director del despacho de abogados especializado en Tecnologías de la Información, Urbetec. “Cuando realizamos un pago con tarjeta en cualquier comercio tradicional se nos exige nuestra identificación mediante un documento oficial, pero, ¿qué sucede con las compras online? En ese caso, nadie nos exigirá nada parecido con tarjetas de banda magnética. En determinados casos, se pueden hacer cargos a una tarjeta de crédito robada desde Internet sin mayores dificultades. En estos supuestos, nuestro único amparo son los seguros de las entidades emisoras de las tarjetas y la ley, siempre y cuando el fraude se cometa desde un país con los medios necesarios para perseguir este tipo de fraudes”.

Yago Jesús, editor de Security By Default “Los dos principales problemas del comercio y las transacciones electrónicas son la falta de responsabilidad solidaria de las entidades bancarias, y la falta de mecanismos de seguridad avanzados que ponen a disposición del usuario final. Es necesario que las entidades bancarias, junto con la emisión y gestión de tarjetas de crédito, hagan un esfuerzo por dotar de seguridad jurídica y responsabilidad ante posibles fraudes. Tal vez sea necesario profundizar en iniciativas como 'ciber-tarjetas' para uso exclusivo en la red que cuenten con seguros específicos”.

Ana Rubio, presidente de Unisys España. "El fraude con tarjetas de crédito y las transacciones online son elementos clave para los cibercriminales. Los ciudadanos deben tener cuidado en cualquier transacción con tarjeta de crédito, ya sea física o en Internet. Sin embargo, las instituciones públicas y el sector privado en última instancia, deben garantizar la seguridad de las transacciones online, mejorando el servicio a los ciudadanos y clientes, respectivamente”.


El software sin licencia en España alcanzó un máximo récord de 874 millones en 2011 


 Por segundo año consecutivo, los niveles de piratería en nuestro país han vuelto a crecer, rompiendo la línea de mejoría que habíamos experimentado entre 2007 y 2009. España tiene el dudoso privilegio de ser, junto con Grecia, el único país europeo en el que se ha visto un aumento del nivel de software sin licencia en 2011, lo que supone un verdadero retroceso para nuestro país y nuestra economía. De esta manera, estamos perdiendo oportunidades reales para mejorar nuestra productividad, la competitividad y la capacidad para superar la crisis económica con mayor rapidez. Ningún país puede espera mejorar su competitividad con esta cantidad de software ilegal utilizada por sus empresas ", señala Teo Alcorta, presidente del Comité Español de BSA.

Evolución índice software ilegal en España.

España sigue alejándose de los niveles de software ilegal que deben ser su referencia. En 2011, la tasa media de la UE se redujo dos puntos hasta el 33 %, por lo que ahora nuestro país está 11 puntos por encima, una distancia demasiado grande.

"La piratería de software continúa siendo una carga para la economía global, la innovación y la creación de empleo", destaca el presidente y CEO de BSA, Robert Holleyman. "Los gobiernos deben tomar medidas para modernizar sus leyes de propiedad intelectual y ampliar los esfuerzos para  la aplicación de las mismas, asegurando que los que los piratas se enfrenten a las reales consecuencias que conlleva el uso de software ilegal."

A nivel mundial, el estudio refleja que las tasas de piratería de los mercados emergentes se alejan de los mercados maduros – 68% frente a 24% de promedio - y los mercados emergentes representan una abrumadora mayoría del incremento global del valor comercial del software robado. Esto ayuda a explicar la dinámica del mercado detrás de la tasa de piratería de software mundial, que rondaba el 42 por ciento en 2011, mientras que un mercado en constante expansión en el mundo en desarrollo impulsó el valor comercial del software ilegal hasta los € 45,6 mil millones ($ 63,4 mil millones).

Otros resultados de este Estudio Global de piratería de software  de BSA incluyen:

• A nivel mundial, los piratas de software más frecuentes son mayoritariamente hombres jóvenes - y tienen más del doble de probabilidades de vivir en una economía emergente que vivir en un mercado maduro (38 frente 15 %).

• Los responsables de tomar decisiones en las empresas admiten que piratean software con más frecuencia que  otros usuarios - y son dos veces más propensos que otros a manifestar que compran software para un ordenador y luego lo instalan en equipos adicionales en sus oficinas.

• A nivel mundial, en principio, existe un fuerte apoyo a los derechos y protecciones de la propiedad intelectual, pero también una preocupante falta de incentivo para que los piratas cambien su comportamiento en la práctica. Sólo un 20 %  de los piratas frecuentes en los mercados maduros - y un 15 % en los mercados emergentes – indican que el riesgo de ser detenido es una razón para no usar software ilegal.

Este es el noveno estudio anual de la piratería mundial de software llevado a cabo por BSA en colaboración con IDC e Ipsos Public Affairs, dos de las principales firmas de investigación independientes en el mundo. La metodología del estudio incluye la recolección de 182 entradas de datos discretos y la evaluación de tendencias de PC y software en 116 mercados. El estudio de este año también incluye una encuesta a 15.000 usuarios de ordenador en 33 países que en conjunto constituyen el 82 % del mercado global de PC.



El contacto con extraños, contenidos inadecuados y falta de privacidad, principales preocupaciones de padres en Internet 

Según los resultados de la misma, los contenidos inadecuados, el contacto con extraños y la pérdida de privacidad son los riesgos que más preocupan a los padres en Internet.
En este sentido, las medidas preventivas de seguridad, el control parental y el funcionamiento y riesgos de las redes sociales son los temas sobre los que los progenitores están más interesados en obtener información. El auge de las redes sociales y la universalización del acceso a Internet por medio de ordenadores, tablets y smartphones facilitan que los padres no sepan qué ven sus hijos ni cuándo se conectan. Una circunstancia que explica esta preocupación paternal hacia los contenidos a los que sus hijos tienen acceso.





Fuente cibersur.com

 

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